
Cuando un/a adolescente necesita ayuda pero muestra rechazo a ir al psicólogo, es importante abordar la situación desde la comprensión y no desde la imposición. Aquí hay algunas sugerencias sobre qué hacer:
1. Escuchar y validar sus preocupaciones
Primero, es importante escucharle y no ignorar sus preocupaciones. Puede haber varias razones por las que no quieren ir a terapia, como el miedo, la vergüenza, mitos sobre ir al psicólogo, la negación del problema o simplemente no sentirse listos para hablar
sobre ello.
2. Educación sobre la terapia
Explica de manera sencilla para él qué es la terapia, cómo funciona y cuáles son sus beneficios. Es posible que el/la adolescente no comprenda completamente qué implica y qué puede esperar de ella. Estar abiertos a hablar del tema con él o ella y resolverle sus dudas, puede ayudar a reducir sus resistencias.
3. Ofrecer opciones y flexibilidad
En lugar de insistir en que vaya a terapia de inmediato, podrías proponer diferentes opciones. Por ejemplo, podrías permitirles elegir entre diferentes terapeutas, modalidades de terapia (individual, grupal, terapia en línea, etc.) o frecuencia de las sesiones. Sentir que puede tomar alguna decisión sobre el proceso puede ayudarle a que no lo sienta como una imposición.
4. Explorar alternativas
Si el/la adolescente sigue siendo reacio a ir a terapia, es importante explorar otras opciones de apoyo, como, por ejemplo, hacer sesiones de psicoeducación y asesoramiento a los padres para poder ayudarle a gestionar la situación.
Es importante respetar los límites y la autonomía del adolescente mientras se busca el apoyo necesario para su bienestar emocional y mental, ya que imponerle una terapia en la que no está dispuesto a participar, hace que sea muy difícil ayudarle y que la terapia le resulte benefciosa.
No dudes en contactarnos si tienes dudas y no sabes cómo abordar las dificultades de tu peque. Estamos aquí para asesorarte y acompañarte en el camino.