
Cuando un niño sufre un ataque de ansiedad, puede ser angustiante tanto para él como para los adultos que los acompañan. Aunque no podemos evitarle el mal rato, saber cómo actuar en esas situaciones puede ayudarles a volver más rápido a la calma y a sentirse apoyado en un momento tan difícil.,
Mantened la calma
Aunque es una situación muy angustiosa de presenciar como padres, es importante mantener el aspecto de tranquilidad (voz pausada, expresión tranquila, gestos y movimientos lentos, etc) para que los peques no perciban los nervios, y la situación no se magnifique.
Validad sus emociones
Reconocer lo que está sintiendo: “Es normal que estes asustado, pero no pasa nada, se va a pasar y estoy aquí contigo para ayudarte”, ayudará al peque a sentir que no tiene que lidiar solo con un episodio tan desagradable.
Dadle un objeto de seguridad
Si tiene un peluche, manta o juguete favorito, dáselo para que le ayude a regularse.
Intentar mantener contacto físico siempre que lo permita
A no ser que expresamente manifieste su rechazo al contacto físico, un abrazo o cogerle de la mano, puede ayudar tanto a que se regule como a que se sienta apoyado.
Habla después del episodio
Cuando se haya calmado, hablad de qué estaba haciendo antes de que el episodio sucediese, y si hay alguna situación que le pusiese nervios@ últimamente. En caso de que no consiga identificar los antecedentes y los pensamientos, explicadle que lo que le ha pasado es simplemente una reacción de su cuerpo a algo que le preocupa, aunque sepáis la causa.
Si los ataques de ansiedad son frecuentes, es recomendable acudir a un profesional de la salud mental para recibir pautas más específicas tanto para los padres como para los peques, y poder identificar patrones que los puedan estar generando.
No dudes en contactarnos si tienes dudas y no sabes cómo abordar las dificultades de tu peque. Estamos aquí para asesorarte y acompañarte en el camino.