Evaluación Infantil

Cuando los niños se enfrentan por primera vez a una evaluación (logopédica, psicológica o pedagógica en este caso), es muy común que presenten ciertas emociones como el miedo a lo desconocido, miedo a equivocarse y hacerlo mal, rechazo ante esta nueva situación… etc.

Por ello, es de gran importancia prepararles antes de acudir al centro donde se realizará la valoración, con el objetivo de que, una vez lleguen allí, se sientan seguros y lo más cómodos que sea posible. De esta forma, podrán expresar mejor sus habilidades y el rendimiento será mucho mayor.

A continuación, os dejamos una serie de consejos que pueden ayudar a que este proceso sea lo más fácil y llevadero posible:

  • Explicación del proceso:

Es importante que el peque sepa lo que va a ocurrir durante su visita, por lo que debemos explicárselo de la forma más sencilla posible y adecuando el lenguaje utilizado a su edad y nivel de comprensión.

  • Darle importancia a todo lo que sabe hacer:

Destacar todas las cosas que sabe hacer y no centrarse solo en aquellas en las que tiene dificultades le ayudará a estar más relajado durante el proceso de valoración.

  • Evita utilizar lenguaje negativo:

Hablar de una forma positiva le ayudará, describir la evaluación como algo divertido y lúdico puede hacer que el peque elimine ese miedo que presenta inicialmente.

  • Objetos de apego:

Sus juguetes favoritos suelen darles seguridad y compañía, por lo que permitirles que los traigan a la valoración es un punto muy positivo y una forma de que puedan distraerse si lo necesitan.

  • Ten paciencia:

No debemos olvidar que es una situación totalmente nueva para el niño, así que es crucial tener paciencia y transmitirle calma. También hay que dejar hueco para que exprese lo que siente, de forma que podamos dar respuesta a sus necesidades y tranquilizarle si es necesario.

  • Utiliza recompensas si es necesario:

Una forma de animar al niño a acudir a la valoración es ofrecerle pequeñas recompensas, como, por ejemplo, hacer algo que les guste al terminar (ir al parque a jugar un rato, ir a ver a los abuelos, hacer juntos un dibujo, leer juntos un cuento… etc).

No debemos olvidar que todo lo anterior hay que adaptarlo a cada niño, ya que cada uno de ellos es único y tiene sus propios gustos, su propia forma de ser y sus propias necesidades a las que debemos dar respuesta de la mejor forma posible. El objetivo es conseguir que el peque se sienta a gusto, cómodo y que no asocie la visita con algo negativo. De esta forma, podremos conseguir mejores resultados y, más importante aún, reducir la ansiedad y el miedo.

No dudes en contactarnos si tienes dudas y no sabes cómo abordar las dificultades de tu peque. Estamos aquí para asesorarte y acompañarte en el camino.