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Las niñas y niños prosperan en un entorno donde se sienten seguros, y una rutina diaria predecible es clave para proporcionar esa seguridad. Las rutinas no solo ayudan a organizar el día, sino que también tienen un impacto profundo en su desarrollo emocional, social y cognitivo.

¿Por Qué Son Importantes las Rutinas?

 

Proporcionan Seguridad y Estabilidad

Las niñas y niños, especialmente los más pequeños, se sienten más tranquilos cuando saben qué esperar. Una rutina clara reduce la incertidumbre y les da una sensación de control sobre su entorno, lo que disminuye el estrés y la ansiedad.

Fomentan la Autorregulación

Las rutinas ayudan a las niñas y niños a entender el paso del tiempo y a prepararse mentalmente para las transiciones entre actividades. Por ejemplo, saber que después del baño viene la hora de leer un cuento facilita que acepten el momento de ir a dormir.

Apoyan el Desarrollo de Hábitos Saludables

Incorporar actividades como cepillarse los dientes, comer de manera equilibrada o tener tiempo para el ejercicio en la rutina diaria crea hábitos que se mantienen a lo largo de la vida.

Refuerzan el Vínculo Familiar

Actividades como cenar juntos o leer un cuento antes de dormir fortalecen los lazos afectivos y brindan momentos para conectar con las hijas e hijos de manera significativa.

Mejoran el Desempeño Académico y Social

Las niñas y niños que tienen una rutina estructurada suelen ser más organizados y pueden adaptarse mejor a las demandas escolares y sociales, ya que aprenden habilidades como la puntualidad y la gestión del tiempo.

Cómo Crear una Rutina Efectiva

 

Define Prioridades

Identifica las actividades esenciales que deben incluirse en el día, como horarios de comida, sueño, higiene y tiempo de juego. También es importante considerar el tiempo para actividades familiares y educativas.

Sé Flexible, Pero Consistente

Aunque la rutina debe ser predecible, también es importante ser flexible ante situaciones inesperadas o días especiales. Lo importante es mantener cierta consistencia en las actividades clave.

Adapta la Rutina a la Edad del Niño

Las necesidades de un bebé son diferentes a las de un preescolar o un adolescente. Por ejemplo:

    • Bebés: Horarios regulares para comer, dormir y jugar.
    • Niños pequeños: Rutinas que incluyan tiempo de juego libre, aprendizaje y descanso.
    • Adolescentes: Espacios para estudiar, socializar y relajarse.
Incluye Transiciones Suaves

Los niños suelen necesitar tiempo para adaptarse a los cambios entre actividades. Usa canciones, señales visuales o recordatorios verbales para prepararles para lo que viene.

Involucra a los Niños en el Proceso

A medida que crecen, deja que participen en la creación de su rutina. Esto les ayuda a desarrollar un sentido de autonomía y responsabilidad.

Beneficios Observados a Largo Plazo

 

  • Mejor regulación emocional: Las niñas y niños con rutinas estables suelen manejar mejor las emociones y adaptarse a cambios inesperados.
  • Fortalecimiento de la independencia: Las rutinas les enseñan a las niñas y niños a gestionar sus propios tiempos y responsabilidades a medida que crecen.
  • Relaciones familiares más fuertes: Compartir actividades regulares fomenta una comunicación abierta y un sentido de unidad en el hogar.

Las rutinas no solo organizan el día; también son una inversión en el bienestar emocional y el desarrollo integral de los niños. Implementarlas no tiene que ser complicado, y los beneficios que aportan tanto a los pequeños como a la familia en general son incalculables. ¿Qué cambios harías en tu día a día para fortalecer las rutinas en tu hogar?

Si alguna de las dificultades que se han presentado os resultan familiares con vuestro peque o tenéis cualquier duda con respecto al servicio de Terapia Ocupacional, no dudéis en consultarnos.