El autismo es un neurodesarrollo diferente que implica diferentes maneras de sentir, procesar, entender y relacionarse con las personas y el entorno. Las primeras señales en el desarrollo suelen aparecer en los primeros dos años de vida.
La evaluación de TEA es el primer paso para hacer el diagnóstico y una intervención temprana, ayudará al niño a tener herramientas más eficaces para afrontar los retos que se le presenten.
¿Para qué se usa?
La evaluación del autismo se suele usar para detectar diferencias en el neurodesarrollo en niños desde edades muy tempranas (menos de 2 años).
¿Qué ocurre durante una evaluación del espectro autista?
La evaluación generalmente incluye:
- Entrevista: Junto a la familia, iremos haciéndonos un perfil detallado del desarrollo del niño, sus fortalezas y sus retos diarios.
También existe una entrevista semiestructurada, el ADI-R , que se utiliza en el proceso de diagnóstico del autismo.
- Observación: El profesional observa cómo juega e interactúa el niño con los demás en una situación lo más natural posible, utilizando sus intereses para crear un clima agradable y de confianza.
- Pruebas: La prueba estandarizada que se utiliza en la evaluación del autismo es el ADOS-2. En la prueba, se generan situaciones mediante el juego y la interacción para poder observar el comportamiento del niño.
Además, la evaluación puede complementarse con más pruebas específicas como perfil sensorial, desarrollo del lenguaje o capacidad atencional.
Si crees que tu hijo podría estar dentro del espectro, en Proyecta tenemos la habilitación para realizar una evaluación específica.