EL IMPACTO DEL DESARROLLO

En la actualidad, los dispositivos digitales son parte fundamental en la vida cotidiana de cualquier adulto y también, inevitablemente, también en la de los niños desde edades muy tempranas. El acceso a tablets, videojuegos, móviles o vídeos en plataformas en línea forman parte en la mayoría de ocasiones del juego, aprendizaje y ocio.
Surgen muchas dudas sobre su influencia en el desarrollo del lenguaje infantil, y la respuesta no es sencilla, ya que lo digital tiene aspectos positivos, pero también grandes riesgos si su uso es excesivo o sin supervisión por un adulto.
Cada vez vemos más niños pequeños manejando una pantalla con total naturalidad. Es frecuente que las usen para jugar, ver dibujos o incluso hacer videollamadas con familiares. Por ello, es importante comprender cómo puede influir en su forma de comunicarse. 

Efectos positivos:

– Acceso a nuevo vocabulario: vídeos educativos, cuentos digitales o aplicaciones interactivas pueden enriquecer el lenguaje de los niños.

– Estimulación de otros idiomas: muchos contenidos aparecen en inglés u otros idiomas, lo que despierta el interés por nuevas lenguas.

– Oportunidades sociales: las videollamadas o los chats con familiares y amigos ayudan a mantener la comunicación, especialmente cuando hay distancia de por medio.

– Apoyo educativo: algunas aplicaciones pueden complementar el aprendizaje escolar o incluso ser herramientas de apoyo en intervención logopédica.

Efectos negativos:

– Menos comunicación cara a cara: pasar demasiado tiempo frente a una pantalla reduce el tiempo de conversación con la familia, fundamental para el desarrollo del lenguaje.

– Lenguaje empobrecido: los mensajes cortos, las abreviaturas o el uso excesivo de emojis pueden limitar la riqueza expresiva.

– Dificultades en la atención y la comprensión: un consumo rápido de imágenes y vídeos breves puede afectar a la capacidad de concentración y a la comprensión lectora.

– Riesgo de inicio tardío del lenguaje: cuando la pantalla sustituye al diálogo y a la interacción, el niño puede tener menos oportunidades de desarrollar su habla.

El impacto de la era digital no depende tanto de las horas de uso, sino de la forma en la que las pantallas son utilizadas.

Recomendaciones:

 Antes de los 2 años, se debe evitar el uso de pantallas (excepto videollamadas muy puntuales).

 Entre los 2 y los 5 años, no se recomienda más de 1 hora diaria de uso, siempre supervisado por un adulto.

 A partir de los 6 años, lo ideal es combinar las pantallas con otras actividades y establecer límites claros.

Cuando un adulto acompaña al niño mientras ve un vídeo o usa una aplicación, puede explicar, preguntar, ampliar vocabulario y convertir esa experiencia en un momento de aprendizaje.
Nosotros, como logopedas, debemos recordar que gran parte del lenguaje se construye y se basa en la interacción con los demás, por lo que es muy importante priorizar momentos de diálogo con nuestros hijos, además de combinar el uso de pantallas con realizar juntos actividades tradicionales (tales como leer un cuento, cantar, bailar, juego simbólico… etc). Y, aunque sabemos que esto es muy complicado, es necesario dar ejemplo a nuestros peques, ya que, si ellos nos ven utilizar pantallas constantemente, querrán imitar dicha conducta.

Como conclusión, debemos tener claro que la tecnología no es enemiga del lenguaje infantil: puede ser una aliada si se usa con equilibrio y con acompañamiento. Lo importante es que las pantallas no sustituyan el contacto humano, las conversaciones y el juego compartido.

En Centro Proyecta creemos que las familias tienen un papel clave: con pequeñas rutinas de comunicación diaria, los niños podrán disfrutar de lo digital sin perder lo más valioso para su desarrollo: el poder de la palabra.