Los desafíos en la adolescencia y las señales de alarma que hay que tener en cuenta.
La adolescencia es una época vital en la que el cambio y los altibajos son constantes. Muchas mamás y papás acuden a consulta con muchas dudas de lo que es propio de la etapa, y lo que son señales de alarma de otros problemas mayores.
La decisión de buscar ayuda profesional es diferente para cada caso, pero aquí hay algunas señales comunes que pueden indicar la necesidad de acudir a un psicólogo para ayudar a un adolescente.
Cambios significativos en el comportamiento:
Si notas cambios drásticos en el comportamiento del adolescente, como aislamiento social, cambios en el rendimiento académico, irritabilidad extrema, agresión, tristeza profunda, cambios en el apetito o sueño, o una disminución en el interés por actividades que antes disfrutaban, puede ser un signo de que necesitan ayuda.
Problemas emocionales:
Los adolescentes a menudo experimentan una amplia gama de emociones, pero si un adolescente está luchando constantemente con emociones abrumadoras como la ansiedad, la depresión, el estrés o la ira, podría ser el momento de buscar ayuda.
Problemas en las relaciones interpersonales:
Si un adolescente tiene dificultades para relacionarse con amigos, familiares u otros, o si experimenta conflictos constantes en sus relaciones, la terapia puede ayudar a mejorar las habilidades sociales y de comunicación.
Experiencias traumáticas o eventos estresantes:
Como cualquier individuo, adulto, niño o adolescente, las experiencias que provocan un gran dolor o un gran cambio en nuestra vida, a veces requieren de ayuda profesional para gestionarse y procesarse de forma adecuada.
Trastornos alimentarios:
Por desgracia, los trastornos alimentarios suelen iniciarse en esta etapa vital en la que la autoestima es tan inestable, por lo que si comenzamos a ver conductas de restricción alimentaria o de comentarios constantes y despectivos sobre su propio físico, es importante consultar con un profesional para evaluar si hay probabilidad de que este experimentando un trastorno alimentario.
Ideación suicida o autolesiones:
Cualquier mención de pensamientos suicidas o comportamiento autolesivo debe ser tomada muy en serio, y el adolescente debe ser evaluado por un profesional de la salud mental de inmediato.
Una intervención a tiempo puede ayudar a prevenir problemas más graves en el futuro y proporcionar al adolescente las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos emocionales y psicológicos que puedan surgir durante esta etapa de su vida, por lo que ante la duda, consultar a un profesional siempre va a ser una decisión responsable y beneficiosa para su desarrollo.