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El Trastorno del Espectro Autista es una condición del desarrollo que puede generar diferencias y/o dificultades sociales, de comunicación y conductuales. Es probable que un peque con autismo interactúe, se comunique y se comporte de una forma diferente a lo que está generalmente establecido en la sociedad.

Los cambios en los patrones de desarrollo suelen ser evidentes a partir de los 2 años, aunque se pueden observar algunos rasgos a partir de los 12 meses.

A continuación, os compartiremos algunos de los rasgos que podemos observar en los primeros años de vida.

Comunicación e interacción social

Algunos ejemplos de características de la comunicación social y de la interacción social relacionadas con el TEA son:

  • Evitar mirar a los ojos de la otra persona o escaso contacto visual
  • Ausencia de sonrisa social

Hacia los 9 meses de edad

  • No señala para pedir algo a un adulto
  • No responde cuando lo llaman por su nombre
  • Escasas expresiones faciales como de felicidad, tristeza, enojo y sorpresa

Hacia los 12 meses de edad

  • Escaso disfrute o poca atención a juegos sociales como cucú-tras
  • Usar pocos o ningún gesto como hola y adiós

Hacia los 15 meses de edad

  • Pocas veces muestra objetos a otras personas

Hacia los 24 meses de edad

  • Muestra escasa atención a las emociones de los demás

Hacia los 36 meses de edad

  • Poco interés por otros niños o por jugar con ellos

Conductas o intereses restrictivos o repetitivos

Los ejemplos de conductas e intereses restrictivos o repetitivos relacionados con los TEA pueden incluir:

  • Pone juguetes u otros objetos en fila se molesta cuando se cambia el orden
  • Repite palabras o frases una y otra vez
  • Juega con juguetes de la misma manera todo el tiempo
  • Se fija mucho en partes de los objetos (por ejemplo, en las ruedas de un coche)
  • Tiene intereses intensos como los dinosaurios, los trenes,…
  • Manifiesta rigidez con las rutinas
  • Aletea las manos, mece el cuerpo o gira en círculos
  • Reacciona de manera inusual a estímulos sensoriales (a la forma en que las cosas suenan, huelen, saben, se ven o se sienten)

Otras características que pueden estar presentes

  • Retraso en las destrezas del lenguaje
  • Retraso en las destrezas de movimiento
  • Retraso en las destrezas cognitivas o de aprendizaje
  • Conducta muy activa, impulsiva o distraída
  • Hábitos de alimentación y del sueño inusuales
  • Estados de ánimo o reacciones emocionales inusuales
  • Ansiedad, estrés o preocupación excesiva
  • No tener miedo o temer más de lo normal

La intervención temprana es fundamental para proporcionar las herramientas necesarias a los peques para su desarrollo y aprendizaje. Si tienes dudas, en Proyecta contamos con profesionales especializados en evaluación e intervención en autismo que pueden ayudarte.