“A veces no sé si estoy haciendo bien las cosas en la crianza de mi hijo”

La crianza es una aventura apasionante llena de grandes momentos y experiencias, pero que también es un reto mayúsculo que pone a prueba la salud física y mental de aquellos que eligen emprender este camino.

Tener un hijo es una gran responsabilidad que a veces puede generar conflictos en los casos en los que la crianza es vivida en pareja, dudas sobre las propias capacidades, y dificultad para encontrar el equilibrio entre los distintos ámbitos de la vida y la crianza.

En muchas ocasiones, llegan mamás y papás a nuestra consulta con una pesada sensación de culpa que les asfixia, y les hace creer que no están a la altura de las circunstancias.

¿Qué factores generan esta sensación de culpabilidad?

La sobreinformación:

Formarse sobre la crianza responsable y el desarrollo de los niños es importante y una gran ayuda para comprender a los peques, pero en algunos casos consultar  fuentes en las que la información no viene de profesionales en la materia, o leer y  formarse por encima de lo recomendable, generan una presión constante por ejercer una crianza perfecta imposible de llevar a cabo.

Las expectativas y los mitos:

La crianza es un tema en torno al que se han generado multitud de mitos y expectativas a lo largo de los años, y que durante mucho tiempo ha generado diversos tabúes, provocando que a día de hoy aún prevalezca cierto discurso de invalidación cuando unos padres expresan en voz alta las dificultades que implica la crianza, y cómo estas afectan a sus vidas.

¿Qué podemos hacer para evitarlo?

Mantener espacios de autocuidado personal y de la pareja:

Cuidar y responsabilizarse de los peques es muy importante, pero las propias necesidades y las necesidades de los otros vínculos que existan en la vida de los papás y mamás también merecen atención y cuidado.

No podemos cuidar a otras personas si no nos cuidamos también a nosotros mismos.

Limitar la información:

Es normal que para enfrentarse a un reto tan grande como lo es la crianza, se busque información para estar lo más preparado posible, pero es recomendable asegurarnos de que esa información venga de profesionales acreditados en la materia, y alejarse de todos aquellos discursos que contengan juicios e invalidaciones.

Acudir a un profesional:

Ser responsable de la vida de un peque es algo muy difícil y que abarca muchos ámbitos en los que no se tiene porque ser un experto.

Asumir que hay temas en los que los recursos que se tienen son limitados y acudir a un profesional que proporcione orientación y herramientas, no implica en ningún caso haber fracasado como madre o padre, todo lo contrario, es una decisión responsable que ayuda a comprender mejor a los peques, y los cambios a los que os enfrentáis todos aquellos que os embarcáis en la aventura que implica ser padres. En Proyecta, podemos ayudaros con todas vuestras dudas.